Deja de ceder tu poder: ¡Empoderate mujer!
En nuestros tiempos es muy usual que la mujer desempeñe distintos roles como, profesional, mama, esposa, hija, etc; muchas veces en el camino perdermos el enfoque y olvidamos nuestros sueños y metas que contemplàbamos desde pequeñas y llegamos a un punto en la vida que nos sentimos infelices.
Es vital e importante que seamos felices y nos sintamos realizadas por nuestros logros y legados, es por ello que considerè importante compartirles esta entrevista con una persona a quien admiro por sus logros y su profesionalismo, esperando que sea de interès y pueda contribuir en sus vidas.
Es vital e importante que seamos felices y nos sintamos realizadas por nuestros logros y legados, es por ello que considerè importante compartirles esta entrevista con una persona a quien admiro por sus logros y su profesionalismo, esperando que sea de interès y pueda contribuir en sus vidas.
Muchas veces hemos escuchado el término “empoderar”,
“empoderamiento”, pero realmente ¿sabemos qué significa?, porque una cosa es
racionalizarlo y otra es ponerlo en práctica, y aquí es donde me interesó el
tema, cómo contribuir a que las mujeres nos empoderemos y logremos cerrar esa
brecha entre la teoría y la práctica.
Empoderar o empoderamiento significa conceder a alguien un poder,
un poder que es gratuito, ya sea a alguien externo o interno, con el fin de
lograr una mejor calidad de vida. Así es
que empoderarse tiene una connotación de transformación en cualquier ámbito o
área de la vida, y para ello está implícita la acción como ingrediente crucial
para lograr el fin.
Es un proceso por
medio del cual las mujeres incrementamos nuestra capacidad de conseguir
nuestras propias metas, lograr nuestros sueños y evolucionar, tomar conciencia
que somos la fuerza del cambio, que tenemos influencia sobre otros y sobre
nosotras mismas.
Empoderarnos como mujeres conlleva un auto conocimiento que generamos en nosotras y mejor aún, el reconocimiento de quiénes somos realmente, no seguir con los moldes, patrones o etiquetas del pasado que dejaron huellas en nosotras, y a las que les hemos damos valor, dependiendo de las opiniones externas para definir nuestra identidad, ¿cuál ha sido tu patrón, molde o etiqueta como mujer? ¿a quién le has cedido tu poder para que te defina quién eres?. Cuántas veces no hemos escuchado comentarios como: “eres igual que tu mamá”, “eres como….”, así definimos nuestra identidad como “se supone” que debemos ser y son conversaciones que vamos enquistando en la mente y vamos creando un falso yo, alguien que no somos pero que creemos que somos, y lo que es peor, nos identificamos con esa historia y la hacemos personal.
¿En qué momento de tu vida perdiste ese poder con el que naciste siendo una mujer maravillosamente perfecta? ¿en qué momento piensas que no vales y que no eres suficiente con lo que haces? La única emoción con la que nacemos se llama amor; el miedo es una emoción aprendida, cuando nos inculcan miedo al éxito, miedo al triunfo, miedo a ser mujer, miedo a no cumplir con las expectativas de los demás, miedo al cambio, miedo a no ser perfecta, miedo, miedo, miedo, no damos cabida al amor y nos separa de lo que realmente somos, porque hemos cedido ese poder nato a otras personas y vamos desarrollando dependencia a opiniones externas y a tener la falsa creencia que no estamos completas y que necesitamos de “algo” o de “alguien” externo para sentirnos validadas, amadas o aceptadas. ¿Qué es lo que más anhelas en tu vida, que de no tener miedo, empezarías a hacerlo hoy? Pero la pregunta más poderosa que te invito a hacerte es: ¿en quién quieres convertirte? Ese es el verdadero poder que tenemos, el reconocer y aceptar nuestros talentos, nuestros dones, nuestras cualidades, nuestra grandeza de ser mujeres y creadoras de nuevas vidas, nuestra creatividad infinita.
No quiero decir con esto que el miedo es “malo”, es necesario
en momentos y contextos en donde nuestra vida corre algún peligro, es una
reacción natural de supervivencia e instintiva, cuando no es sano es cuando es
el protagonista de nuestras conductas y comportamientos, desvirtuando de esa
forma nuestros resultados.
El volver al inicio de nuestra emoción nata como es el amor,
es el momento de reconciliarnos con nosotras, perdonarnos y aceptarnos; es
sentimos bien con nosotras mismas, sentirnos orgullosas de lo que hemos
logrado, apreciar el camino recorrido porque reinterpretamos las lecciones,
aprendemos que lo que dicen los demás es solo un punto de vista más no me
define, comprender y aceptar que puedo estar sola pero no vacía porque me tengo
a mí y sobre todo me amo a mí. Volver al: simplemente es y fluir con la vida.
Este cambio se dará cuando lo que creemos de nosotras como mujeres lo transformamos en lo que creamos de nosotras como mujeres empoderadas. Los pensamientos son energía creadora que actúan a nuestro favor buscando esa gama de posibilidades para generar nuevos cambios en nuestras vidas, nuevos escenarios y generamos un proceso de transformación y equilibrio en nuestros cuerpos físicos, mentales, espirituales y emocionales.
En el mundo del Coaching utilizamos varias herramientas que nos ayudan a cerrar esa brecha entre la teoría y la práctica, una de ellas es el resignificar la historia, ese cuento que me he contado toda mi vida y que me ha limitado ya que me he identificado con ella y “creo” que soy mi historia. Cuando me deshago de esa creencia, la hago consciente y puedo ver más allá de mi historia, es cuando logro resignificarla y obtener el aprendizaje. El poder que tenemos no tiene nada que ver con lo que hemos hecho en nuestras vidas, está bien equivocarse, y no importa si ha sido una o varias veces, está bien no ser perfectas, dejemos de ser tan duras con nosotras, lo importante es qué voy a hacer con las equivocaciones y eso es aprender, eso es evolucionar y reconocer el poder que tengo como mujer.
TIPS PARA EMPODERTE:
1. Dejar
el victimismo. Nadie me hace nada, nadie
tiene la culpa de nada. La pregunta sería: ¿a quién le estoy entregando el
control de mi vida? Actualizarlas con mi
pareja, con mis hijos, con mis padres, con mi jefe, ya que es una forma de
ceder el control. ¿hasta dónde estoy
dispuesta a seguir cediendo ese control en donde soy la única responsable? Actualizar es tener una conversación en donde
la escucha es un elemento fundamental para el éxito, en donde adquiero la
competencia de decir con respeto lo que siento y hago una petición concreta
para obtener algún resultado que será para mi beneficio y el de los demás.
2. Hacerme
responsable. Si conscientemente acepto
que yo soy la única responsable de lo que tengo hasta el día de hoy, ¿por dónde
empezaré para iniciar mi responsabilidad? Esto implica hacer un listado de mis
prioridades, en donde yo estaré en primer término. Culturalmente se nos ha dicho que esta
actitud es “egoísta” y se anclado una creencia de no merecimiento. Cuando la primera responsabilidad es estar
bien yo, para poder reflejarlo a nuestros seres queridos. En esta pequeña pero gran acción radica la
funcionalidad familiar, ya que todo actuar lleva implícita una reacción
sistémica en donde yo me empodero y al mismo tiempo estoy reflejando mi
bienestar en los demás ¿cómo te tratas a ti?.
Hacerme responsable es reconocer que cuando yo me amo a mí misma, estoy
dispuesta a amar, a dar, a crear, si no me amo a mí misma, me enfoco en exigir.
3. Accionar. ¿qué haré ahora con lo que sé? ¿por dónde
empiezo? ¿qué acción debo emprender para cambiar mi vida y vivir felizmente la
diferencia? La respuesta solo está en
ti. ¿qué te haría feliz en este momento, que de hacerlo inmediatamente,
cambiaría tu vida? Si tuvieras una varita mágica, ¿qué cambiarías? ¿qué de todo lo que quisieras hacer en este
momento marcaría la diferencia? ¿qué
harás para que las cosas sucedan? El accionar también es sinónimo de
compromiso, ¿a qué te comprometes de ahora en adelante? ¿cuándo empezarás? Un ejercicio de accionar es hacer
declaraciones o decretos para desarrollarnos ¿qué decreto harás el día de hoy
para iniciar un cambio en tu vida?
4. Recompénsate.
Como dijo la Madre Teresa de Calcuta: “A veces sentimos que lo que hacemos es
una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”. Los pasos por pequeños que parezcan van
sumando la gran diferencia y cada uno de ellos es significativo. No importa cuánto avancemos, lo importante es
avanzar y por eso es valioso para nosotras, el felicitarnos para mejorar y
desarrollar nuestra autoestima y validar nuestro reconocimiento. Es mantenernos en una actitud positiva y
optimista, en donde lo más beneficioso para nosotras será la pregunta clave del
momento: ¿en quién te estás convirtiendo? El mantenernos en ese estado de vigilia de nuestro
ser, de esa mujer que se está empoderando y transformando en lo que siempre
hemos querido ser y ya es, ¡solo es recordarlo y ponerlo en práctica!.
¡Contáctame y será un gusto atenderte!.
Carol Schwank
Carol Schwank
cschwank@empoweryougt.com
Celular: 502- 50193037
Certificada Coach de Vida y Ejecutiva,
por la International Coach Federation
Certificada Team Coach,
por TIM Global de México
Experta en Programación Neurolinguistica
Diplomado en Neuroliderazgo y Neuromanagement,
Braidot Center
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